martes, 19 de junio de 2007

Células Madre

Josu de la Varga


Células madre: “Seis verdades innegables” para no destruir embriones humanos
Experto estadounidense constata la ineficacia de las células embrionarias, el éxito de los ensayos con adultas y el estatus moral del embrión
Crece en Estados Unidos el debate ético sobre la conveniencia, o no, de que haya una financiación pública de las investigaciones con células madre embrionarias. Un experto estadounidense en la materia expone seis sólidos argumentos contra la manipulación y destrucción de embriones para obtener células estaminales.

Robert P. George, catedrático de Jurisprudencia en la Universidad de Princeton y miembro del Consejo de Bioética del presidente de los Estados Unidos, verifica en un artículo de opinión publicado el pasado 13 de abril en LA GACETA, Seis verdades innegables, que las células embrionarias han mostrado hasta ahora una total ineficacia.

Por el contrario, dice George en el mismo artículo, “existen más de 1.200 ensayos clínicos con células madre derivadas de tejido adulto” que han obtenido resultados. Además, entre otras cuestiones, el experto constata que existe un reconocimiento generalizado del “estatus moral propio del embrión humano”.

La batalla de Bush

El presidente Bush para dispuesto a utilizar todos los recursos a su alcance para vetar la decisión del Senado de estados Unidos, que acaba de aprobar “un polémico proyecto legislativo que abriría las puertas del erario federal a la experimentación médica con células madre embrionarias”, asegura George.

Después de que el Bush ya vetara el proyecto anterior del Parlamento norteamericano, la Casa Blanca ha asegurado que volverá a vetar cualquier iniciativa similar.

La información de que dispone hasta ahora la opinión pública norteamericana y los aspectos morales que rodean esta cuestión sólo han contribuido a “aumentar el grado de confusión sobre un asunto de por sí bastante complejo. Creo que, a pesar del radical enfrentamiento ideológico, existen por lo menos seis presupuestos objetivos innegables”, añade el experto en bioética.

Las “seis verdades innegables”

Robert P. George expone en su artículo esos seis argumentos contra las investigaciones con embriones.

1. La experimentación con células madre embrionarias no se encuentra prohibida en los Estados Unidos.

George asegura que “muchos laboratorios norteamericanos se dedican actualmente a extraer células madre a partir de embriones humanos. No existe restricción alguna a la financiación privada de tales actividades”.

Por otra parte, añade, “los científicos estadounidenses lideran el panorama mundial en estudios experimentales sobre manipulación embrionaria”.

2. Estamos muy lejos de encontrar terapias efectivas a partir de células madre embrionarias.

El experto certifica que “actualmente no se ha desarrollado ningún tipo de terapia médica en base a células madre embrionarias. [...] Incluso los científicos de mayor renombre en el campo de la investigación con embriones han aceptado expresamente que la posibilidad de conducir terapias médicas basándose en dicho tipo de células es aún muy remota”.

Sin embargo, agrega, “existen más de 1.200 ensayos clínicos con células madre derivadas de tejido adulto”.

3. Se reconoce un status moral propio al embrión humano.

Según indica George, el Comité Nacional de Asesoría Bioética del presidente Bill Clinton señaló en su momento que “la mayoría estará de acuerdo en que los embriones merecen respeto dado que constituyen una forma de vida humana.”

El comité aceptó la “posibilidad de utilizar los embriones sobrantes de las terapias realizadas en clínicas de reproducción asistida”, pero sólo cuando se contribuyera a salvar vidas humanas, recuerda el experto, que afirma que “el grupo de estudio no recomendó jamás la creación de nuevos embriones mediante la clonación o cualquier otro método que conlleve su destrucción”.

4. Hay otras alternativas que vale la pena explorar.

“Es cada vez más evidente que existen opciones científicas que no incluyen la destrucción de embriones humanos, a partir de las cuales se obtendrían células madre con propiedades equivalentes”, asegura en su artículo.

Permitirían “la reprogramación de células somáticas, la obtención de células madre del líquido amniótico o la transferencia nuclear alterada”, añade.

5. Los cuestionamientos a la destrucción de embriones no obedecen únicamente a convicciones religiosas.

George recuerda que “Charles Krauthammer, antiguo miembro del Consejo de Bioética del presidente de EEUU, se refirió a este punto con gran claridad: ‘No creo que la vida humana -refiriéndose a los atributos morales de la persona- comience con la concepción. Sin embargo, muchos individuos de orientación secular encontramos serios dilemas éticos en la destrucción de embriones humanos. No se necesita ser una persona religiosa para mostrar preocupación sobre el tema. Sólo es necesario ser consciente de la capacidad demostrada del hombre para causar el mal en su intento por hacer el bien’”.

6. Salvar vidas humanas es el principal motivo de quienes investigan con células madre, pero no el único.

El experto en bioética asegura que “la mayoría de los científicos son concientes de que las células madre embrionarias no tienen valor terapéutico actual y que no se vislumbra que lo tengan en un futuro próximo, principalmente por su inestabilidad y grave tendencia a producir tumores”.

Así, en muchas ocasiones, el interés de muchos científicos por experimentar con embriones es por “el afán de ‘aprender más’ sobre los mecanismos biológicos que permiten el desarrollo temprano de los humanos en el vientre materno”, añade.

George concluye en su artículo que “la experimentación destructiva de embriones no puede ser justificada moralmente, incluso si fuera verdaderamente efectiva para encontrar curas a terribles enfermedades”.

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